Terriblemente cruel

Leiva

Canción perteneciente al album Pólvora, segundo disco de estudio del cantante español Leiva después de la separación de la banda Pereza, en la que era cantante y guitarrista junto a su compañero Rubén PozoPólvora salió a la venta en España el 28 de enero del 2014.

Como en su disco anterior, Diciembre, Leiva también adopta en este trabajo un tono roquero en muchas de las canciones, como se puede mostrar en Los CantantesTerriblemente Cruel o Mi Mejor Versión, pero también este rock se entremezcla con baladas poco saturadas de instrumentos, como en la canción que da título al álbum, Pólvora o Vértigo.

Todas las canciones del álbum son compuestas por Leiva, excepto Terriblemente Cruel y Palomas, ambas compuestas por Leiva con la ayuda de Juancho (cantante de Sidecars) y César Pop en Terriblemente Cruel y con la ayuda de Quique González en Palomas.

El disco fue grabado en Madrid a finales del año 2013 con la ayuda de Joe Blaney y está producido por Carlos Raya y Leiva.

La canción “Terriblemente Cruel” explora las complejidades de una relación tumultuosa. Las letras describen a un narrador que experimenta frustración, inseguridad y remordimiento. El narrador siente que no está siendo escuchado ni comprendido por su pareja y, como resultado, se ha vuelto propenso a la ira y a estallar. Admite ser “terriblemente cruel” en un intento por mantener la relación interesante y mantener la tensión entre ellos.

El narrador también lucha con su propio torbellino emocional, sintiendo que ha perdido su creatividad y está atrapado en una rutina. La línea “se me está secando la imaginación” sugiere una sensación de agotamiento creativo. A pesar de esto, están dispuestos a seguir esforzándose e intentando hacer que la relación funcione, incluso cuando se siente unilateral.

En general, las letras pintan una imagen de una relación apasionada y destructiva, con dos individuos que luchan por navegar sus propias emociones y deseos mientras intentan conectarse entre sí. La admisión del narrador de ser “terriblemente cruel” sugiere una sensación de autoconciencia e introspección, reconociendo sus propias fallas y culpabilidad.